GENTE BUENA, BUENA GENTE
Hace ya mucho tiempo, que cuando estoy lejos de casa, me he obligado a adoptar la buena costumbre de preguntar, a quienes han estado antes que yo en ese lugar, por cuales son los locales donde se puede ir a comer, sin salir tembando, bien por lo desastrosa que es la comida, o por la cuenta que aprietan. Sin embargo, uno de los días, nos toco ir a la aventura, puesto que despues de un largo puente, fueron muchos los hosteleros que cerradon el martes por descanso, y después de descubrir que no habia ni uno solo de los sitios recomendados abiertos, tuvimos que fiarnos del instinto, y el ruido tripero que teniamos. También influyó, el antojo que tenía Carlos de Caracoles a la LLauna, que para eso estbamos en Cataluña, y despues de recorres varios sitos que no nos convencian demasiado, recordé, que en la calle principal de Vielha, habia visto una tasaca en cuya puerta había una pizarra en la que entre otras cosas, anunciaban que tenían caracoles.
Tuvimos nuestras dudas, en un primer momento, pues desde fuera, no se veía, ni por asomo, el sorprendente local que había puertas adentro...
Pues si, entre otras cosas, nos encontramos con este horno de leña al estilo Castilla. Pero lo mejor, fue la persona que regentaba esta fonda, de nombre: La fonda de Pep.
Eramos los únicos clientes en el restaurante, a pesar del lo cual, nos atendió con amabilidad, como si fuesemos todos los días. Nos preparó un exquisito menú, a nuestra medida, sin problemas. Con gran visión del negocio, nos ofrecio un excelente cava, que nos cobró a precio de coste, pues no tenia uno inferior en ese momento que ofrecernos. Por la tranquilidad del momento, empezamos a hablar con él, le pedí permiso para hacer una foto del horno, y le pregunte -supongo que ud es Pep-. Por supuesto que lo era. Solo podía ser él. ¿Cómo no iba a marchar el negocio? Mientras otros descansaban, el dió el dia libre a sus empleados y el mismo se ocupo de sacar adelante las comandas, aunque solo fueran para una mesa. Gente buena, en su trabajo, y buena gente, es su caracter. La mejor receta, para sobrevivir en los tiempos que corren. Por cierto, y un menú excelente en relación calidad precio, se lo recomiendo de todo corazón.
Podría contarles mucho más, pero creo que es mejor que lo prueben, si tienen ocasión, y si no es así, vuelvan y recomienden esos sitios de su ciudad, de toda la vida, donde les tratan como en casa, donde siempre tienen una buena palabra y donde se exigen en el día a día, como nuestra querida Casa Blas en León, ya saben, los de las patatas.
Seguro que a ellos, Leo Harlem lo tendrá dificil para dedicarles un monólogo, como este que he atrapado, en youtube hablando de menus de diseño, y tortillas de patatas deconstruidas...
Feliz semana!!!
http://reseteados.com/2011/09/29/leo-harlem-restaurantes-el-club-de-la-comedia/