22 AL NEGRO
No sé lo que ocurrirá en otros gremios, pero desde luego, en lo que se refiere al de los economistas, se puede decir que es de las profesiones en las que se pueden reunir opiniones de lo más variopintas sobre cualquier tema.
De hecho, este viernes, pude reafirmar una vez más esta teoría mía. Sentada a la mesa con otros 9 compañeros de profesión, a los 20 minutos de conversación, empezaron a venirme a la cabeza esos chistes de: estaban un inglés un francés y un español…, pero en este caso era, estaban dos empresarios, dos asesores, dos bancarias, y dos economistas jubilados…
En este caso, no se trataba de ver quien era más listo, sino de cómo arreglar la dichosa crisis que nos rodea por doquier, y sobre todo, ponernos de acuerdo sobre en qué año conseguiremos mejorar la situación.
La respuesta estaba reñida, pues ni siquiera nos poníamos de acuerdo en si hemos tocado fondo, o no, pues si algunos opinábamos que había que encarar 2012 con buena actitud frente a las dificultades que aun nos esperan, (curiosamente, la banca y la empresa), decían los señores asesores, que después de tocar fondo, ojo, porque aun se puede rascar…
Faltaría más, eso ya lo dijo el muy respetable Profesor Estapé, apuntó nuestro querido ex -decano, don Roberto Escudero. Por cierto que gracias por mentarme en tu discurso de agradecimiento…
A lo que íbamos, estábamos en esas, que si hay razones para mostrarse optimistas, que si no. Que hay que rescatar valores,( en eso estábamos todos de acuerdo que no es poco), que hay que mentalizar a la gente que aquellos maravillosos tiempos no volverán… Cuando hablando de viejos amigos, de la zona de Luna, unas cosas fueron llevando a otras, hasta que llegó el tiempo de las anécdotas, y alguien contó su buena suerte en una tarde en la que aun había pesetas y decidió hacer una única apuesta al 22 negro, siendo la primera vez que apostaba en su vida. Y tal maravilla se repitió al poco de estrenarse el euro.
Ese tema, levantó una buena dosis de expectación, sobre todo al pensar que era para un 22 de diciembre, en la fecha que habíamos quedado en encontrarnos de nuevo, por la noche (¿una alegoría al negro?).
Por eso, y poniéndonos de acuerdo, por fin, en una cosa, nos hemos emplazado para el 22 de diciembre, y es esa noche, todos juntos haremos esa misma apuesta, solo una, de acuerdo. Hagan juego, 22 al negro, par y pasa, ¿se dice así, verdad?. Aprobado por unanimidad, ¿querrán conocer el resultado?
Será una noche especial por tantos motivos que ya conocen. Y quizá de esa unión, lleguen algunas cosas más.
¿Se animan a participar??? Al menos, seguro que es una buena señal, para despedir a este 2011, que ya me empieza a sobrar…
Prometo contarles que sucederá.