Aventura en el Castillo de Dro (II Parte)
Mil perdones, se que hace siglos que debo el final de este cuento a vuestros peques, así que, ¿Por dónde ibamos...?. ah, si, Palper y su amigo, han bajado a las mazmorras del castillo y... ahí va...
* * *
Pálper, estaba en lo cierto. En las mazmorras del castillo vivía la bruja que había encantado el castillo. Bueno, en realidad, solo era una bruja en apariencia. Xana, (que así se llamaba la bruja), era una princesa que Grónvar, el antiguo dueño del castillo, había secuestrado para conseguir que se casase con él. La había pretendido durante meses, pero como ella sabia que era un hombre malo y despiadado, nunca le aceptó. Grónvar, enfadado, se la llevó por las malas a su castillo. Lo que el tirano no sabía, era que Xana tenía poderes mágicos desde niña. Así que en cuanto Grónvar se descuidó, la princesa logró salir de la torre donde el tirano la había encerrado. Para que no la descubriese, Xana se disfrazó con los harapos que encontró y se escondió en las mazmorras para que Grónvar no la encontrase jamás. Solo salía por las noches, escoltada de su dragona Feins y de Vísceron, y a veces, cuando había luna llena, hacia una fiesta en el bosque en la que invitaba a todos los animales que vivían en él.
Cuando la dragona vio que los hombres se acercaban al lugar donde estaba escondida su ama, empezó a dar vueltas en el suelo.
-Tranquila- le dijo Xana en un murmullo. –Si Vísceron les ha dejado entrar, a lo mejor, es que son buena gente y yo ya estoy harta de vivir aquí escondida.
Los caballeros siguieron caminando, muy despacio, estaban a punto de alcanzar el lugar donde estaban Xana y su dragona. Feins, no estaba dispuesta a que las descubriesen, por si acaso, y lanzo un tremendo rugido:
-¡¡¡Ahhhhhhhh!!!- chilló lanzando un vapor muy espeso.
Pálper y Aspar salieron corriendo en dirección contraria al que procedía el gruñido, con tan mala suerte que se dieron de bruces contra una pared, pues con el vapor que había lanzado la dragona no se veía nada y ambos cayeron al suelo de bruces como dos tontos.
Xana no pudo evitar reírse, pero afortunadamente no la oyeron del susto que tenían encima. En compensación por el sobresalto que les había dado, tocó con su varita a la dragona haciéndola invisible, y la indicó que les acercase el cofre que contenía el secreto para librar del hechizo al castillo hasta sus pies y una antorcha nueva para que pudieran salir.
Feins, hizo lo que le ordenó su ama
-¿Quien está ahí?- preguntó Aspar blandiendo su espada hacia la oscuridad. Por poco, no le da a la dragona que salió disparada al notar como el arma del caballero trazaba un círculo en el aire. Al dar un paso adelante, el caballero tropezó con el cofre. Empezó a tocarlo con el pie hasta que se dio cuenta de lo que era. –Ayúdame, Pálper, creo que he encontrado lo que estábamos buscando- Entre los dos cogieron el cofre por las asas que tenia a los lados, no era muy grande y juntos, llegaron hasta las escaleras. Con la emoción, Aspar estuvo a punto de pisar el escalón que estaba marcado con el número 10. – ¡Quieto!- le ordenó el trovador, -debemos subir pisando los peldaños orden, ¿o es que quieres acabar en el foso del dragón?
11,10, 9…3,2 y 1. Los hombres subieron los escalones casi volando. Estaban locos por abrir el cofre y ver su contenido.
En un periquete llegaron arriba, apoyaron el cofre en una mesa polvorienta que había en medio del salón del castillo. Pálper abrió las cortinas que tapaban una ventana, y la luz entro de golpe en el castillo. Entonces, pudieron ver que el cofre no tenía ninguna cerradura, pero sobre la tapa, había una extraña mano esculpida sobre la madera, pues en vez de cinco dedos, tenia diez.
Mientras tanto Xana y su dragona, decidieron seguir a los caballeros en su aventura, y muy sigilosamente se escondieron detrás de un enorme arcón situado justo al lado de la puerta que llevaba a las mazmorras.
- ¿Qué crees que significa esta extraña mano?- Se preguntó Aspar.
Pálper, giró una y otra vez el cofre sobre la mesa en busca de alguna cerradura o algún mecanismo secreto que pudiese abrir la caja, pero, no encontró nada. –Si al menos, supiésemos que significaba la inscripción completa que contenía el mapa… Marca del Tesoro…, marca del tesoro… Si, el tesoro tiene una marca, la mano de diez dedos, pero ¿qué significa sucima?- Elucubró Pálper.
Tanto pensar, los caballeros no se dieron cuenta, que desde el otro lado de la ventana Vísceron se desgañitaba haciendo muecas para llamar su atención.
-Cabezas de chorlito- dijo Xana a la dragona Feins. –Este Pálper no estará pensando en delatarnos, ¿verdad?
-Seguro que no- dijo la dragona, -si lo hiciese se las tendría que ver conmigo.
-¿Entonces que querrá?
-Averigüémoslo- dijo Xana. –Asca, guasca, jarra, muévete hasta la ventana- dijo la bruja agitando su varita. Entonces, una jarra que había junto a la ventana cayó al suelo haciendo un tremendo ruido.
Con el golpe, Pálper y Aspar salieron de sus pensamientos y por fin vieron a Vísceron.
Ambos corrieron hacia la ventana al ver las señas que les hacía el dragón. -¿Qué pasa?
Vísceron se deshacía en aspavientos indicando unas palabras del mapa, pero las ventanas estaban tan sucias que no veían nada. Por fin, Aspar consiguió abrir la ventana.
-Amicus, amicus- repetía el dragón una y otra vez.
-Si, si, amigos, somos amigos, ¿te has vuelto loco o que? Estamos ocupados intentando abrir el cofre del tesoro.
-No estoy loco, solo que ya se lo que significa la palabra SUCIMA, no es sucima.
-¿A no?, y que significa.
-Te lo diré si tu Pálper toca otra canción.
-¿Estas loco?, no hay tiempo, se va a hacer de noche enseguida.
El dragón se hizo el loco, y dio una tremenda patada al suelo que hizo temblar el castillo.- Quiero mi canción.
Aspar, levantó su espada hacia el cuello del dragón, mientras que Xana, con un gesto serio le apunto con su varita diciendo, - Díselo, ya.
A Vísceron la espada de Aspar no le daba ningún miedo, pero tenia terror a los encantamientos de Xana, sabia por experiencia que contradecirla podía hacer que le convirtiese en ratón por varias horas, y era muy difícil sobrevivir con esa apariencia por lo que antes siquiera de que la espada de Aspar le rozase dijo.
- Esta escrita al revés, significa AMICUS.
-¿Y?
-Y yo que sé, eso lo tendréis que adivinar vosotros… ¿Qué hay de mi canción?
El trovador, que no había quitado la vista del cofre de un momento, tuvo una idea al momento. –Corre Aspar ven, creo que lo tengo, pon tu mano sobre la caja- . Aspar hiso lo que le pedía su amigo y el trovador puso la suya encima. –Ambas encajaban perfectamente. –La marca del tesoro, es la mano de dos amigos juntos…
Entonces, la caja se abrió y dejo a la vista un nuevo pergamino. Xana, levantó el pulgar en señal de Ok a Vísceron regalándole una sonrisa de oreja a oreja.
El pergamino contenía un dibujo extraño. Arriba, las almenas del castillo. Abajo, la puerta principal. A la izquierda, un camino con muchas salidas. ¡Claro amigos, es el mapa de un pasadizo secreto del castillo!
Pálper lo reconoció enseguida, y recorriendo el dibujo con su dedo índice dijo: -Es un pasadizo de vocales, es un clásico- se diseñaron hace muchos años, cuando casi nadie sabía leer, y por eso, la mayoría de las veces quienes lo encontraban acababan en el foso de las arenas movedizas. Para llegar al final, solo tenemos que seguir las flechas que contienen las vocales en orden. Ahora, solo tenemos que buscar en la pared un triangulo, allí estará la entrada al pasadizo.
Aspar se dirigió a la puerta principal del castillo. Con mucho cuidado, puso la mano sobre la pared que señalaba el mapa y fue recorriendo arriba y abajo la superficie en busca del triangulo. Pronto dio con él. -Aquí está-. Puso un dedo en cada vértice, y empujó suavemente. Entonces, la pared giró sobre si misma abriendo un hueco lo suficientemente grande como para que pasara un hombre.
Vísceron, Xana y Feins miraban conteniendo la respiración. Esos caballeros estaban muy cerca de liberarles a todos de su maldición.
Sin necesidad de dirigirse la palabra, Pálper siguió a su amigo al interior del pasadizo. Dentro estaba oscuro, y las paredes y el suelo húmedas. Olía muy mal. –Agg, dijo Pálper acercando la antorcha al suelo, - yo diría que este olor es caca de rata…
-Anda no seas miedica- le dijo Aspar apretando el paso hasta que llegaron a la primera bifurcación del camino. Allí se detuvo a consultar el mapa. A la derecha había una flecha sobre una W y a la izquierda una flecha con la a. –A la izquierda dijeron los dos a la vez. – ¡A la una a las
dos y a las tres!-. Los amigos tomaron el camino correcto, y de nuevo un intrincado pasadizo dio paso a otro cruce.
-Rápido, ¿donde está la e?- dijo Aspar fijando la vista sobre la pared.
-A la derecha de nuevo- dijo Pálper.
Los caballeros volaban por el pasadizo en busca de las fechas restantes. Un poco más adelante y tras una gran curva encontraron la i, que se dirigía a la izquierda, casi habían perdido la orientación cuando encontraron la o. Y por fin, el último cruce.
-u- gritaron al unísono. Miraron al final del pasillo, donde se veía la intensa luz del sol.
Juntos atravesaron los últimos metros del pasadizo. Estaban tan contentos. Salieron del pasadizo, habían llegado a las almenas del castillo.
Para su sorpresa, allí, les esperaban los dragones y Xana, que se había quitado los harapos de bruja, se había convertido en una princesa guapísima.
-¿Pero, que es esto?- dijo Aspar sin dar crédito a lo que veía mientras se frotaba muy fuerte los ojos.
- Habéis vencido a Grónvar y los peligros del castillo. Con vuestra inteligencia, y amistad, el encantamiento ha desaparecido, y en recompensa, seréis los nuevos señores del castillo.
-Bravo, bravo- dijeron los dragones haciéndoles una profunda reverencia.
Pálper estaba tan contento, que empezó a cantar un romance hasta quedarse sin voz, y desde entonces, todos vivieron felices y comieron perdices y la princesa Xana y Aspar…y Vísceron y Feins… pues, pues… bueno, esa es otra historia.
Así que por el momento, colorín colorado, este cuento se ha terminado.
Pálper, estaba en lo cierto. En las mazmorras del castillo vivía la bruja que había encantado el castillo. Bueno, en realidad, solo era una bruja en apariencia. Xana, (que así se llamaba la bruja), era una princesa que Grónvar, el antiguo dueño del castillo, había secuestrado para conseguir que se casase con él. La había pretendido durante meses, pero como ella sabia que era un hombre malo y despiadado, nunca le aceptó. Grónvar, enfadado, se la llevó por las malas a su castillo. Lo que el tirano no sabía, era que Xana tenía poderes mágicos desde niña. Así que en cuanto Grónvar se descuidó, la princesa logró salir de la torre donde el tirano la había encerrado. Para que no la descubriese, Xana se disfrazó con los harapos que encontró y se escondió en las mazmorras para que Grónvar no la encontrase jamás. Solo salía por las noches, escoltada de su dragona Feins y de Vísceron, y a veces, cuando había luna llena, hacia una fiesta en el bosque en la que invitaba a todos los animales que vivían en él.
Cuando la dragona vio que los hombres se acercaban al lugar donde estaba escondida su ama, empezó a dar vueltas en el suelo.
-Tranquila- le dijo Xana en un murmullo. –Si Vísceron les ha dejado entrar, a lo mejor, es que son buena gente y yo ya estoy harta de vivir aquí escondida.
Los caballeros siguieron caminando, muy despacio, estaban a punto de alcanzar el lugar donde estaban Xana y su dragona. Feins, no estaba dispuesta a que las descubriesen, por si acaso, y lanzo un tremendo rugido:
-¡¡¡Ahhhhhhhh!!!- chilló lanzando un vapor muy espeso.
Pálper y Aspar salieron corriendo en dirección contraria al que procedía el gruñido, con tan mala suerte que se dieron de bruces contra una pared, pues con el vapor que había lanzado la dragona no se veía nada y ambos cayeron al suelo de bruces como dos tontos.
Xana no pudo evitar reírse, pero afortunadamente no la oyeron del susto que tenían encima. En compensación por el sobresalto que les había dado, tocó con su varita a la dragona haciéndola invisible, y la indicó que les acercase el cofre que contenía el secreto para librar del hechizo al castillo hasta sus pies y una antorcha nueva para que pudieran salir.
Feins, hizo lo que le ordenó su ama.
-¿Quien está ahí?- preguntó Aspar blandiendo su espada hacia la oscuridad. Por poco, no le da a la dragona que salió disparada al notar como el arma del caballero trazaba un círculo en el aire. Al dar un paso adelante, el caballero tropezó con el cofre. Empezó a tocarlo con el pie hasta que se dio cuenta de lo que era. –Ayúdame, Pálper, creo que he encontrado lo que estábamos buscando- Entre los dos cogieron el cofre por las asas que tenia a los lados, no era muy grande y juntos, llegaron hasta las escaleras. Con la emoción, Aspar estuvo a punto de pisar el escalón que estaba marcado con el número 10. – ¡Quieto!- le ordenó el trovador, -debemos subir pisando los peldaños orden, ¿o es que quieres acabar en el foso del dragón?
11,10, 9…3,2 y 1. Los hombres subieron los escalones casi volando. Estaban locos por abrir el cofre y ver su contenido.
En un periquete llegaron arriba, apoyaron el cofre en una mesa polvorienta que había en medio del salón del castillo. Pálper abrió las cortinas que tapaban una ventana, y la luz entro de golpe en el castillo. Entonces, pudieron ver que el cofre no tenía ninguna cerradura, pero sobre la tapa, había una extraña mano esculpida sobre la madera, pues en vez de cinco dedos, tenia diez.
Mientras tanto Xana y su dragona, decidieron seguir a los caballeros en su aventura, y muy sigilosamente se escondieron detrás de un enorme arcón situado justo al lado de la puerta que llevaba a las mazmorras.
- ¿Qué crees que significa esta extraña mano?- Se preguntó Aspar.
Pálper, giró una y otra vez el cofre sobre la mesa en busca de alguna cerradura o algún mecanismo secreto que pudiese abrir la caja, pero, no encontró nada. –Si al menos, supiésemos que significaba la inscripción completa que contenía el mapa… Marca del Tesoro…, marca del tesoro… Si, el tesoro tiene una marca, la mano de diez dedos, pero ¿qué significa sucima?- Elucubró Pálper.
Tanto pensar, los caballeros no se dieron cuenta, que desde el otro lado de la ventana Vísceron se desgañitaba haciendo muecas para llamar su atención.
-Cabezas de chorlito- dijo Xana a la dragona Feins. –Este Pálper no estará pensando en delatarnos, ¿verdad?
-Seguro que no- dijo la dragona, -si lo hiciese se las tendría que ver conmigo.
-¿Entonces que querrá?
-Averigüémoslo- dijo Xana. –Asca, guasca, jarra, muévete hasta la ventana- dijo la bruja agitando su varita. Entonces, una jarra que había junto a la ventana cayó al suelo haciendo un tremendo ruido.
Con el golpe, Pálper y Aspar salieron de sus pensamientos y por fin vieron a Vísceron.
Ambos corrieron hacia la ventana al ver las señas que les hacía el dragón. -¿Qué pasa?
Vísceron se deshacía en aspavientos indicando unas palabras del mapa, pero las ventanas estaban tan sucias que no veían nada. Por fin, Aspar consiguió abrir la ventana.
-Amicus, amicus- repetía el dragón una y otra vez.
-Si, si, amigos, somos amigos, ¿te has vuelto loco o que? Estamos ocupados intentando abrir el cofre del tesoro.
-No estoy loco, solo que ya se lo que significa la palabra SUCIMA, no es sucima.
-¿A no?, y que significa.
-Te lo diré si tu Pálper toca otra canción.
-¿Estas loco?, no hay tiempo, se va a hacer de noche enseguida.
El dragón se hizo el loco, y dio una tremenda patada al suelo que hizo temblar el castillo.- Quiero mi canción.
Aspar, levantó su espada hacia el cuello del dragón, mientras que Xana, con un gesto serio le apunto con su varita diciendo, - Díselo, ya.
A Vísceron la espada de Aspar no le daba ningún miedo, pero tenia terror a los encantamientos de Xana, sabia por experiencia que contradecirla podía hacer que le convirtiese en ratón por varias horas, y era muy difícil sobrevivir con esa apariencia por lo que antes siquiera de que la espada de Aspar le rozase dijo.
- Esta escrita al revés, significa AMICUS.
-¿Y?
-Y yo que sé, eso lo tendréis que adivinar vosotros… ¿Qué hay de mi canción?
El trovador, que no había quitado la vista del cofre de un momento, tuvo una idea al momento. –Corre Aspar ven, creo que lo tengo, pon tu mano sobre la caja- . Aspar hiso lo que le pedía su amigo y el trovador puso la suya encima. –Ambas encajaban perfectamente. –La marca del tesoro, es la mano de dos amigos juntos…
Entonces, la caja se abrió y dejo a la vista un nuevo pergamino. Xana, levantó el pulgar en señal de Ok a Vísceron regalándole una sonrisa de oreja a oreja.
El pergamino contenía un dibujo extraño. Arriba, las almenas del castillo. Abajo, la puerta principal. A la izquierda, un camino con muchas salidas. ¡Claro amigos, es el mapa de un pasadizo secreto del castillo!
Pálper lo reconoció enseguida, y recorriendo el dibujo con su dedo índice dijo: -Es un pasadizo de vocales, es un clásico- se diseñaron hace muchos años, cuando casi nadie sabía leer, y por eso, la mayoría de las veces quienes lo encontraban acababan en el foso de las arenas movedizas. Para llegar al final, solo tenemos que seguir las flechas que contienen las vocales en orden. Ahora, solo tenemos que buscar en la pared un triangulo, allí estará la entrada al pasadizo.
Aspar se dirigió a la puerta principal del castillo. Con mucho cuidado, puso la mano sobre la pared que señalaba el mapa y fue recorriendo arriba y abajo la superficie en busca del triangulo. Pronto dio con él. -Aquí está-. Puso un dedo en cada vértice, y empujó suavemente. Entonces, la pared giró sobre si misma abriendo un hueco lo suficientemente grande como para que pasara un hombre.
Vísceron, Xana y Feins miraban conteniendo la respiración. Esos caballeros estaban muy cerca de liberarles a todos de su maldición.
Sin necesidad de dirigirse la palabra, Pálper siguió a su amigo al interior del pasadizo. Dentro estaba oscuro, y las paredes y el suelo húmedas. Olía muy mal. –Agg, dijo Pálper acercando la antorcha al suelo, - yo diría que este olor es caca de rata…
-Anda no seas miedica- le dijo Aspar apretando el paso hasta que llegaron a la primera bifurcación del camino. Allí se detuvo a consultar el mapa. A la derecha había una flecha sobre una W y a la izquierda una flecha con la a. –A la izquierda dijeron los dos a la vez. – ¡A la una a las
dos y a las tres!-. Los amigos tomaron el camino correcto, y de nuevo un intrincado pasadizo dio paso a otro cruce.
-Rápido, ¿donde está la e?- dijo Aspar fijando la vista sobre la pared.
-A la derecha de nuevo- dijo Pálper.
Los caballeros volaban por el pasadizo en busca de las fechas restantes. Un poco más adelante y tras una gran curva encontraron la i, que se dirigía a la izquierda, casi habían perdido la orientación cuando encontraron la o. Y por fin, el último cruce.
-u- gritaron al unísono. Miraron al final del pasillo, donde se veía la intensa luz del sol.
Juntos atravesaron los últimos metros del pasadizo. Estaban tan contentos. Salieron del pasadizo, habían llegado a las almenas del castillo.
Para su sorpresa, allí, les esperaban los dragones y Xana, que se había quitado los harapos de bruja, se había convertido en una princesa guapísima.
-¿Pero, que es esto?- dijo Aspar sin dar crédito a lo que veía mientras se frotaba muy fuerte los ojos.
- Habéis vencido a Grónvar y los peligros del castillo. Con vuestra inteligencia, y amistad, el encantamiento ha desaparecido, y en recompensa, seréis los nuevos señores del castillo.
-Bravo, bravo- dijeron los dragones haciéndoles una profunda reverencia.
Pálper estaba tan contento, que empezó a cantar un romance hasta quedarse sin voz, y desde entonces, todos vivieron felices y comieron perdices y la princesa Xana y Aspar…y Vísceron y Feins… pues, pues… bueno, esa es otra historia.
Así que por el momento, colorín colorado, este cuento se ha terminado.