EL CLUB DE LOS 10 y un poquito más
Ayer tuve una comida, de las que me da gran gusto ir. A mi me gusta llamarla, la reunión del Club de los Diez y un poquito más. Surgió sin querer, como consecuencia de lo que podríamos haber llamado un estrepitoso fracaso semi profresional, que devino, en un gran exito personal.
Verán hace un par de años, un grupo de economistas, nos reunimos con ánimo de montar una candidatura a un colegio profesional, que diera continuidad a un proyecto iniciado hace muchos años por uno de ellos, en cuyo barco nos fuimos subiendo algunos de nosotros . Aquellas personas que nos juntamos y que la verdad, procedíamos de muy diferentes ámbitos, perseguiamos un objetivo común, al que acompañaba, mucha ilusión, grandes dosis de trabajo e ideas, muchas ideas.
Algunos conformabamos la mencionada candidatura, otros simplemente querian ayudar, apoyándola. Estábamos seguros de alcanzar el éxito. Pensábamos que aunábamos los ingredientes necesarios para ello: unos integrantes con brillante currículo, (dicho sea de paso, el mío quizá fuera de los mas modestos), un ambicioso programa, y contactos en casi todos los estamentos. Pero no, aunque la pugna estuvo reñida, perdimos, si señor. Y perdimos, sobre todo por una razón, las reglas de la política, nada tienen que ver con las de la empresa privada, o cualquier otra empresa en la vida, y ninguno de estos elemento que nosotros valorábamos, tuvieron el mas mínimo peso.
Pero no importó la derrota. Algunos, pensamos que tanto trabajo, no debía ser en balde, y por ello, decidimos continuar con nuestras reuniones, no con la misma frecuencia, pero al menos nos comprometimos en vernos con cierta periodicidad. Se decidió, que fuese el primer martesd e cada tres meses. Y así se viene cumpliendo desxde entonces. Y lo que fue una reunión de profesionales, se fue convirtiendo en una reunión de amigos, en cada una de las cuales, se invitaba a participar a otras personas que tuviesen algo importante que contar en primera persona. Ellos conforman un poquito más.
Y así seguimos, con nuestras comidas políticamente incorrectas, empezando por no cumplir las reglas de paridad, si llega a presentarse ayer la, gracias a Dios, ex ministra de igual-da, se hubiese preparado la marimorena. Aprendiendo de las cosas interesantes que cada uno tiene que contar, fuera de foros establecidos, de reglas, de partidos. Hablamos de economía, faltaría más, y del 20 N, (fue una gran excusa para poner fecha a la proxima cita,) pero sobre todo hablamos de salir adelante, pese a quien le pese, y de la crisis inmobiliaria, y la bancaria, y la madre que pario a todas las crisis. Porque una vez más, nos habiamos reunido, como tanta gente, que compartieno mesa y mantel, contra todo pronóstico piensan que con esfuerzo , trabajo, y un poco de buen ánimo, cuando se está al borde del abismo, solo cabe ser optimista, el resto sería tirarse al pozo puesto que como bien decia mi querido profesor Salvador Rus, en relación a nuestro primer encuentro en la Faculta de Derecho, lo importante, es como terminan las cosas, no cómo comienzan.
Y sin querer, hablando de unas cosas y otras, me sentí como Dartagnan, entre los mosqueteros, así que cuando llego la hora de levantar nuestras copas para brindar, dije para mis adentros... uno para todos y todos para uno!!!!