COVID-19

 Hace unos dias, entre todas las iniciativas, memes, bulos y demas publicaciones que nos llegan a traves del correo electonico wpp y otros medios, me llegó el mail de una médico del hospital de la luz, pidiendo que se escribieran cartas con historias cotidianas para que los pacientes que están aislados por el coronavirus tuviesen una ventana al mundo, que les hiciese más llevaderas las horas de soledad.

Le contesté inmediatamente, que por supuesto que si, quizá muy rapidamente, pues lo cierto es que llevo tanto tiempo sin redactar ningun escrito que no sea una demanda, o un escrito juridico, que me está costando horrores desempolvar mi lado más personal. Pero debo hacer un esfuerzo, la causa merece la pena, así que intentaré empezar por una historia, sobre mi misma, que fue como empezaron mis novelas, contando cosas que yo vivií, y que por un motivo u otro, marcaron mi existencia, y me han hecho ser quien soy... Así que, ahí va:

Querid@ desconocid@:

Yo soy Maria, no se si estoy muy cerca o muy lejos de ti, te diré que vivo en León, con mi familia, donde trabajo como abogada. No hace falta que te cuente como soy fisicamente, pues puedes encontrar algunas fotos mias en el blog.

 ¿Y que contarle a un desconocid@ sobre mi, y más si pretendo animarle?

Pues te confesaré que sto tambien me resulta hoy dificil, pues esta situación me ha pillado en medio de una de las crisis personales más dura que he sufrido a lo largo de mi vida, de un golpe que me ha dejado  agotada, física y animicamente, por eso, hasta hace unos días, estaba al borde del abismo, a punto de  rendirme y dejar, simplemente, que las cosas sucedieran, por eso, he estado a punto varias veces de caer en el desanimo, de contagiarme de la angustia de los amigos que en estos dias han tenido que cerrar sus negocios. De contagiarme de la angustia de ver morir poco a poco a Camino, y de la imposibilidad de sus seres más cercanos de permanecer ahora junto a ella, en familia, como nos hubiera gustado. Del desanimo, de la incertidumbre, del miedo, de la tristeza... que se yo...

 Pero de mi "crisis personal",  y de este maldito Coronavirús que nos acecha a todos, he aprendido muchas cosas, y sigo haciendolo cada día.

Lo primero es que los problemas se pasan mejor si los compartes, no importa de que forma, si es con alguien que está cerca o lejos, pero saber que alguien te escucha, es un gran alivio, entre otras cosas, porque los pensamientos, suelen ser oscuros, mientras que las palabras, son transparentes, y esa cualidad, hace que cuando los miedos y la angustia se expresan en alto, pierdan consistencia.

Tambien he aprendido, que la naturaleza es sabia, o que se se yo... pero lo cierto, es que cuando sientes que tu corazón está roto hasta el punto que te duele tanto que no puedes respirar, la amistad, es un alivio que puede hacer que poco a poco se recomponga. Dejarte querer por quien quiere hacerlo, y dejarte abrazar por otros, llorar hasta perder la conciencia y escuchar musica hasta que amanezca de nuevo, ayuda a recoger tus pedazos y recomponerte. Y eso es lo que he hecho yo, aunque duele, y cuesta...

Hoy me toca a mi, ponerme a vuestra disposición, prestaros mi hombro, mi atención o lo que necesites, querido desconocid@. Porque he pensado, que no quiero alimentar más mis angustias, mis problemas o mi dolor, no quiero ni debo quejarme, es más, creo que ni siquiera tengo derecho a ello, por tener familia y amigos, por  estar sana, por tener un hijo por el que luchar, por poder contar con medios para salir adelante de esta emergencia, en la que nos dejaremos la piel, muchos incluso la vida, pero los que sobrevivamos, y yo pienso hacerlo, y quiero que tu creas, que tambien lo vas a lograr, debemos hacerlo siendo mas fuertes y mejores personas, sin lugar a dudas. 

No se si donde estas tú, sale la gente cada tarde a las ventanas, a las 8..., en mi patio de vecinos si, y en el de mi madre, y escucho a la gente hablar en los mas cercanos. Es increible lo que puede hacer un estado de Alarma, que hablemos de nuevo... Si te digo la verdad, jamas habia cruzado más allá de un hola y adiós en el portal o en el ascensor con la gran mayoria de mis vecinos. Hoy conozco el nombre de muchos más, he visto niños con los que jamas me habia cruzado, y se que unos están pendientes unos de otros.

 En fin, creo que como presentación, va bien, pues ahora que he cogido carrerilla, quiero seguir corrigiendo mi último libro, me llevo tanto tiempo proponiendo terminarlo, que creo que ha llegado el momento, y no hay excusa, pues si algo tiene esta situación es que nos ha regalado uno de los bienes mas preciados que tenemos, tiempo para nosotros, así que, no estoy dispuesta a dejar que me venza la pereza y desperdiciarlo, por eso debo terminar esta carta, y empezar a escribir y escribir, para poder regalarte otra historia mucho mejor que la mia,  con la que hacer más ameno tu tiempo.

Hasta pronto queid@ desconocid@,  desde aquí, te envió toda mi FUERZA, ENERGIA, Y  mi cariño... cuidate mucho.