CARTA A UN PAJE

  Aquella tarde hacia frio, como tantas otras, pues el invierno no es clemente en nuestra ciudad. Te hallabas junto a la estufa, dejando que acabase el día, triste, sin esperanza.

   Pero alli estaba yo, para darte guerra, y obligarte a creer en la ilusión de que podria llegar un dia mejor. Dificil tarea, ponerse en tu pellejo, pero no queria verte rendido.

   Se acercaba la Navidad y te propuse hacer de paje de sus Majestades de Oriente para mi hijo y otros amiguitos que esa noche de Reyes se celebraria en mi casa, y como siempre que te pedí algo el SI, fue inmediato.

  Todo se complicaba, no encontraba un atuendo apropiado, e incluso me sentia mal por obligarte a salir a la calle en una noche tan especial, pero decidí que teniamos que hacer felices a los niños por unos momentos. ¿Qué importaba la pólitica la crisis, la desesperanza? QUeria que formases parte de aquella ilusión, pues tus nietas tambien estaban lejos.no seria facil sorprenderles, pero planificamos tu llegada con gran detalle, nada podia fallar...

  Se acercaba el momento, termino la cena, ¡que nervios!. El traje no te iba bien de talla, pero ahí estaba tu mujer para darle unas puntadas de cariño que lo arreglasen.

  Llegó la hora convenida, un mensaje a tu movil, y el engranaje se puso en marcha. Despues de unos minutos, Toc, toc. Alguien llamo a la puerta. Como era posible..?? Les dijimos a los niños, que nadie hubiese saltado la vaya... Y cuando entre los empujonescde los peques abri la puerta, alli estabas tu, convertido en un autentico paje de los Reyes Magos, con tu barba blanca y tu tunica grana y dorada. Parecias mas grande, mas alto. Tu voz se habia convertido en otra, y durante unos minutos, nis hiciste creer a todos en la Magia de la Navidad. Creo que incluso tu, lo hiciste, pues al cabo de mucho tiempo, crei vislumbrar una sonrisa en tus ojos, y pense, ojala pronto reciba la visita de los Reyes Magos el tambien... Y despues, simplemente, te fuiste, por donde habias venido, pero tu presencia perduro mucho tiempo y yo no puedo evitar mirar las fotos de todos, convertidos de nuevo en niños junto a su Majestad, cuano necesito creer. Acabaron las Navidades, y llego la primavera, y despues el verano. Cerraste tu negocio, con una sensacion agridulce en el corazon para todos, fin de una etapa. Pero cuando llego el otoño, y parecia que te apagarias para siempre, se produjo el milagro, tal como siempre debio ser, y tuviste la tan merecida visita de un paje que anunciaba buenas noticias, y como no, el sueño de volver a tener un Trabajo, con mayusculas, se confirmo, por supuesto, llegando la Navidad. La siguiente Navidad. Enhorabuena, querido amigo, por tu nuevo empleo, pero por favor, nunca olvides que una vez, tambien fuiste Paje de sus Majestades de Oriente y que con ello, nos hiciste muy felices. Vuelve a visitarnos alguna vez... Feliz Navidad, querido Alberto, y Feliz Navidad, a ustedes tambien.